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sábado, 28 de mayo de 2011

Cuan pareja de quinceañeros, caminaban por Velazquez, Serrano y Goya de la mano. A pesar de los años, no podían evitar aquella tímida sonrisa cuando sus miradas se cruzaban; hablaban y hablaban, sin aburrirse por muy absurdas que fueran sus conversaciones; y admiraban su pasado mientras miraban hacia el futuro, pensando en los sueños que les quedaban por cumplir.
Los años no les habían pasado factura, en cuanto al amor se refiere, al menos. Llevaban cincuenta años casados. Corrijo, felizmente casados. Habían creado una mágnifica familia, tenían hijos, hijas, nietos y nietas.
Y a pesar de su edad, sabían que eran la envidia de muchos jóvenes. Sabían que muchos querrían amar y ser amados como ellos lo habían hecho durante tantos años.
Y sabían que ellos sí habían encontrado su alma gemela, su media naranja.

P.D.: Así eran mis abuelos.

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